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EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

  • Foto del escritor: otraleccion
    otraleccion
  • 30 jul 2014
  • 7 Min. de lectura

HERMOSO Y GRAN LECCIÓN PARA HOY, PORQUE TENEMOS NADA MENOS QUE EL "NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO" Y SE PREGUNTARÁN EL PORQUE, ASÍ QUE VAMOS A VER QUE SIGNIFICADO TENIA "EL NOMBRE" VEAMOS: NOMBRE: En tiempos bíblicos, el concepto del nombre encerraba un significado que no tiene en la actualidad, donde por lo general es un simple rótulo sin mayor significado. Únicamente una persona con autoridad daba un nombre (Génesis 2:19; 2 Reyes 23:34), y ello significaba que a la persona nombrada se le asignaba una determinada posición, función o relación (Génesis 35:18; 2 Samuel 12:25). El nombre dado a menudo estaba determinado por alguna circunstancia al momento del nacimiento (Génesis 19:22); algunas veces el nombre expresaba un deseo o una profecía (Isaías 8:1-4; Oseas 1:4). Cuando una persona daba a otra su propio nombre significaba la unión de ambas en una relación muy cercana, como cuando Dios le dio su nombre a Israel (Deuteronomio 28:9, 10). Ser bautizado en el nombre de alguien, por consiguiente, significaba pasar a pertenecer a un nuevo dueño (Mateo 28:19; Hechos 8:16; 1 Corintios 1:13, 15). En las Escrituras encontramos la relación más cercana posible entre una persona y su nombre, siendo ambas prácticamente lo mismo, de manera tal que quitar el nombre era hacer desaparecer a la persona (Números 27:4; Deuteronomio 7:24). Olvidar el nombre de Dios es apartarse de él (Jeremías 23:27). Más aun, el nombre mostraba la persona tal cual ella se había revelado; por ejemplo, el nombre del SEÑOR significaba el Señor en los atributos que él había manifestado: santidad, poder, amor, etc. A menudo, en la Biblia, el nombre significa la presencia de la persona en el carácter revelado (1 Reyes 18:24). El ser enviado o el hablar en el nombre de alguien significaba ser portador de la autoridad de esa persona (Jeremías 11:21; 2 Corintios 5:20). En el uso judío más tardío, el nombre Jehovah no se pronunciaba al leer las Escrituras; en cambio se reemplazaba por el término Adonai (mi Señor). Orar en el nombre de Jesús es orar como sus representantes sobre la tierra —en su espíritu y con su objetivo— e implica la más íntima comunión con Cristo. DICCIONARIO BÍBLICO MUNDO HISPANO NOMBRE: (heb. shêm; gr. ónoma). Los hebreos, como otros pueblos antiguos del Cercano Oriente, daban gran importancia a los nombres personales. Tenían significados literales, y eran símbolos del carácter y la personalidad de la persona; a veces reflejaban el talante o los sentimientos de quien daba el nombre. Los apellidos hereditarios eran prácticamente inexistentes en tiempos bíblicos. Cuando era necesario distinguir a 2 personas del mismo nombre, a menudo se añadía un adjetivo que identificara al individuo, como en los siguientes ejemplos: Saulo de Tarso, José de Arimatea, Jesús de Nazaret, 847 Elías tisbita, Jacobo hijo de Alfeo, Judas hermano de Jacobo, etc. Algunos tenían uno adicional o alternativo, que se menciona en la Biblia como "sobrenombre" (Hch. 10:5; cf Mr. 3:16, 17). Los de Abrahán, Israel y Josué son ejemplos de nombres adicionales o reemplazantes de los anteriores de las personas indicadas. En cuanto a la forma y la estructura, los nombres hebreos bíblicos seguían un esquema que parece extraño para la mente moderna. Con frecuencia, están formados por 2 o más palabras que podían expresar una frase abreviada, como en los siguientes ejemplos: Abidán, "mi padre es juez"; Icabod, "la gloria se ha apartado". Ocasionalmente consistían de una sola palabra, como en el caso de Débora, "abeja"; Barac, "relámpago"; Caleb, "perro"; Jonás, "paloma"; etc. A menudo tienen forma verbal: Saúl, "pedido (a Dios)" o "prestado (a Dios)"; Natán, "El (es decir, Dios) ha dado"; Baruc, "bendecido"; etc. Otros nombres bíblicos sencillamente reflejan diversos términos de afecto, como Noemí, "mi agrado"; Tabita, "gacela"; y Sansón, posiblemente "pequeño sol". Tal vez la clase más popular de nombres entre los israelitas era el que contenía alguna referencia al Dios verdadero y a menudo expresaba piadosas declaraciones de fe (por ejemplo, Elías significa "Yahweh es mi Dios"); otros reconocían alguna bendición especial recibida del Señor, como el nacimiento de un niño (algunos ejemplos son: Natanael, "Dios ha dado"; Berequías, "Yahweh ha bendecido"; Ezequías, "Yahweh ha fortalecido"; etc.). Los nombres teofóricos, es decir, los que contienen el de Dios, generalmente se pueden reconocer en la Biblia por los prefijos ja-, je-,Jeho- (transliteraciones de formas abreviadas del Nombre divino; véase Jehová); por los prefijos El-* o El-i; por el sufijo -el (transliteraciones de la palabra que significa Dios); y por los sufijos -ía, -ías (también formas del Nombre divino). En el NT, el Nombre Jesús recibe constante énfasis. Sus padres recibieron instrucciones acerca de la elección del Nombre (Mt. 1:21, 23); sus seguidores recibieron la invitación de orar en su Nombre (Jn. 16:23, 24); por causa de su sacrificio se le dio un Nombre que es sobre todo Nombre (Fil. 2:9, 10); la salvación se obtiene por medio de su Nombre (Hch. 2:21; 4:12); todo lo que sus seguidores hagan debe ser hecho por medio su Nombre (Col. 3:17); y los primeros cristianos estuvieron dispuestos a sufrir cualquier humillación por causa de ese Nombre (cf Hch. 5:41). "Nombre" en algunos de éstos y de otros pasajes asume un significado más amplio que el de identificar a un individuo; significa "persona", "carácter", "autoridad", "reputación", etc. (Ex. 5:23; 34:5, 6; Dt. 7:24; Hch. 1:15, DHH; Ap. 3:4; etc.). DICCIONARIO BÍBLICO WIKICRISTIANO NOMBRE: Concepto sumamente común en la Biblia. Entre los hebreos, el nombre estaba estrechamente ligado con la existencia. Lo que no tenía nombre no existía (Ec 6.10a). De allí que la creación estuviera incompleta hasta tanto no recibiera nombre (Gn 2.18–23). Dar un nombre era privilegio del padre, la madre o de un ser superior. Por eso, Adán ejerce su señorío al dar nombre a los animales, y al colocarlos en cierta relación, posición y función (Gn 2.19). En la literatura más antigua del Antiguo Testamento el nombre se usa en relación con una manifestación temporal de Jehová (Éx 23.20, 21; 33.13). La construcción de altares o monumentos conmemorativos indicaba una especial presencia de Dios porque en ellos se recordaba su nombre (Gn 12.7; 22.9; 26.24, 25). En este sentido reconocer el nombre de Dios implica un acto de fe en Él; el nombre de Dios es Dios mismo (Lv 24.11–16) e indica su naturaleza y carácter trascendente a todo sitio terrenal (Dt 12.5; 2 Cr 20.8). El Dios de la Biblia revela su nombre, los dioses paganos los ocultaban (Gn 32.29, 30; Jue 13.6). El nombre de Dios proporciona refugio y protección (Sal 124.8; Jer 10.6). Pero la invocación del nombre de Jehová no tiene en la Biblia sentido mágico, nadie puede forzar a Dios (Job 23.13). El nombre de un hombre era la expresión de su personalidad, por tanto, un cambio de nombre indicaba un cambio de carácter (Gn 27.36; 32.28) o de posición (2 R 23.34). Como expresión de la personalidad, el nombre también denotaba atributos como justicia (Sal 89.15, 16), fidelidad (89.24), santidad (99.3), fama, gloria (Gn 11.4), etc. Tener varios nombres indicaba importancia (Job 30.8). El Nuevo Testamento continúa el mismo orden de ideas del Antiguo Testamento en cuanto al nombre, pero la característica distintiva de su uso es la manera en que el nombre de Dios se sustituye por el de Jesús en pasajes provenientes del Antiguo Testamento (Mt 7.22; Hch 4.17, 18; 5.40; 9.29; cf. Dt 18.22; 1 Cr 21.19; Jer 20.9; Dn 9.6). Aquí tampoco hay razón para creer que el nombre de Jesús se usara como «fórmula mágica». Quienes así piensan ignoran que fue el Antiguo Testamento, y no las supersticiones griegas, lo que ejerció la más fuerte influencia sobre los autores del Nuevo Testamento. Algunas de las ideas sobre el nombre, típicamente hebreas, que se repiten en el Nuevo Testamento son: la santificación del nombre de Dios (cf. el «Padre nuestro» Mt 6.9), el nombre de Dios como protección (Jn 17.11), la relación del nombre con la personalidad (Mt 1.22, 23; 16.17, 18; Mc 3.17; Lc 1.13, 59, 63; Hch 13.6, 9), su relación con la fama, reputación o gloria (Mc 6.14; Lc 6.22; Flp 2.9). Respecto al nombre de Cristo, encontramos cuatro ideas centrales: 1. Creer en su nombre implica aceptar a Jesús como Mesías, Salvador y Señor (tema central de los escritos de Juan). 2. Es posible ser bautizados en su nombre (Mt 28.19; Hch 2.38; 8.16; 10.48; 19.5). 3. Actuar en su nombre es participar de la autoridad de Jesús (Mc 9.38; 16.17; Lc 10.17). 4. Sufrir por su nombre es la porción del cristiano fiel (Hch 9.16; 21.13; Tit 3.12). Es el nombre de Jesús el que debe ser predicado (Hch 8.12; Ro 1.5). DICCIONARIO BÍBLICO NELSON TENER "EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO" NO ES TENER UNA "FORMULA MÁGICA" ES PARTICIPAR DE LA AUTORIDAD QUE TENIA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, Y NO SOLO LA AUTORIDAD SINO TAMBIÉN DEL PODER, TAMPOCO NO SOLO ESO SINO DE TODO LO QUE REPRESENTABA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. FILIPENSES 2:5-10 Nueva Traducción Viviente (NTV) 5 Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. 6 Aunque era Dios,[a] no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. 7 En cambio, renunció a sus privilegios divinos;[b] adoptó la humilde posición de un esclavo[c] y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre,[d] 8 se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. 9 Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres 10 para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, Notas al pie: Filipenses 2:6 O Siendo en la forma de Dios. Filipenses 2:7 En griego se vació a sí mismo. Filipenses 2:7 O la forma de un esclavo. Filipenses 2:7 Algunas versiones colocan esta frase en el versículo 8. SON HERMOSAS LAS NOTAS AL PIE, PORQUE SON LA PORCIÓN DE ESCRITURA QUE ESTA ESCRITO EN LOS TEXTOS ORIGINALES, Y MUCHAS VECES SINO PRESTAMOS ATENCIÓN A ESTAS COSAS EMPEZAMOS A LEER ERRÓNEAMENTE LAS SAGRADAS ESCRITURAS Y LA PALABRA DE DIOS ENCAJA PRECISAMENTE, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO TENIA LA AUTORIDAD Y DERECHOS DE HIJO DE DIOS, Y POR ESOS DERECHOS "PRIVILEGIOS DIVINOS" FUE QUE RENUNCIÓ NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO PARA ENTREGARSE POR NOSOTROS, PORQUE ÉL COMO UN HIJO DE DIOS Y JUSTO, NO TENIA QUE SER PUESTO COMO UN CRIMINAL EN UNA CRUZ, CON ACUSACIONES INJUSTAS, PERO ÉL SE ENTREGO POR NOSOTROS, PORQUE LOS CRIMINALES DE ALGUNA MANERA ERAMOS NOSOTROS, Y NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SE ENTREGO EN LUGAR DE NOSOTROS EN ESA CRUZ, ESE FUE EL PAGO, FUE EL PRECIO QUE TUVO QUE PAGAR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, GENTE, DIOS NO LE DIO A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO UN NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE POR NADA, PORQUE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SE LO GANO, Y PAGO EL PRECIO POR TODOS NOSOTROS Y SALIO VICTORIOSO Y NOS DIO VICTORIA, NOS GANO ESPÍRITU SANTO PARA NOSOTROS Y APARTE DE TENER ESPÍRITU SANTO EN NOSOTROS, DIOS NOS DIO EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, QUE REPRESENTA QUE TENEMOS LA AUTORIDAD, EL CARÁCTER, EL PODER,ETC. DE AQUEL QUE FUE EL PAGO COMPLETO DE NUESTROS PECADOS Y ENFERMEDADES. ASÍ QUE VIVAMOS MÁS QUE COMPLETOS PORQUE TENEMOS ESPÍRITU SANTO Y TENEMOS EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. QUE DIOS LOS BENDIGA Y QUE SEA UN GRAN DÍA PARA USTEDES. Y NOOOOO SE OLVIDEN DE H.E.L.

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