top of page

ALZABA A ÉL MIS MANOS DE NOCHE - BISHOP K. C. PILLAI

  • Foto del escritor: otraleccion
    otraleccion
  • 14 feb 2015
  • 5 Min. de lectura

"ALZABA A ÉL MIS MANO DE NOCHE - BISHOP K.C. PILLAI" HERMOSO COMPARTIR, Y MUCHO MAS QUE UN COMPARTIR ESTA ES UNA REFLEXIÓN PARA LA VIDA, ES UNA ENORME LECCIÓN, PORQUE EN ESTA VIDA EL CRISTIANO BAJA MUY RÁPIDO SUS MANOS Y PIENSAN POR DENTRO, "DEJARÉ DE ORAR, DE ELEVARLE A DIOS MI PETICIÓN PORQUE LO QUE PIDO NO ESTA DISPONIBLE" O DICEN "NO RECIBIRÉ MI PETICIÓN", POR EJEMPLO EL CRISTIANO "PIDE DINERO", Y VE QUE NO RECIBE Y NO RECIBE LO QUE PIDE, PERO A ESE CRISTIANO LE GUSTA DORMIR MUCHO Y NO LE GUSTA LEVANTARSE PARA TRABAJAR, MUCHAS VECES LE PEDIMOS A DIOS COSAS, QUE NO ESTAMOS PREPARADOS MUCHAS VECES RECIBIR LA BENDICIÓN DE DIOS, AVECES REALMENTE PRETENDEMOS QUE DIOS HABRÁ CADA 1 MINUTOS LAS VENTANAS DE LOS CIELOS Y NOS LLENE DE BENDICIONES, SIN QUE NOSOTROS TENGAMOS NINGÚN ESFUERZO, SINO QUE ESTEMOS SENTADITOS EN LA CASA ESPERANDO QUE CAIGAN LAS BENDICIONES...

Y VAMOS A VER EL COMPARTIR DE PILLAI, Y VAMOS A VER QUE LOS DISTINTOS EJEMPLOS, ELLOS "ALZABAN SUS VAMOS", ELLOS SE DIRIGÍAN A DIOS, Y TENÍAN UNA GRAN NECESIDAD, UN GRAN VACÍO EN SUS VIDAS, PERO ELLOS NO SE QUEDABAN "ENOJÁNDOSE CON SUS PROBLEMAS", "REPROCHANDOSE SUS PROPIOS VACÍOS", "RENEGANDO DE SUS MISERIAS", ELLOS IBAN A DIOS ORANDO FERVIENTEMENTE, PONIENDO SU CORAZÓN, PONIENDO TODA SU VIDA EN LAS MANOS DE DIOS, PARA QUE ESE VACÍO SEA LLENADO POR ÉL.

EL CRISTIANO ESTA MUY ACOSTUMBRADO A ESTAR CONTENTO CUANDO TODO LE SALE BIEN, Y CUANDO LO PRIMERO LE SALE MAL EMPIEZA A ESTAR GRUÑON, ENOJADO, Y OTROS TIRAN "BASURA" POR TODOS LADOS, OTROS DICEN "MEJOR NI ME HABLEN", "HOY NO ESTOY PARA NADIE"...

PERO VAMOS A VER QUE AUNQUE TENGAMOS MUCHA ANGUSTIA EN EL CORAZÓN, PODEMOS IR A DIOS, DIRIGIRNOS A DIOS, ENTREGADOS COMPLETAMENTE, PARA QUE ÉL NOS DE PAZ EN EL CORAZÓN, PARA QUE ÉL, SOLO DIOS PUEDA DARNOS CONSOLACIÓN A NUESTRAS VIDAS.

EL CRISTIANO, EL CREYENTE, EL HIJO DE DIOS, NO DEBERÍA BAJAR NUNCA LOS BRAZOS Y DARSE POR DERROTADO, SINO TODO LO CONTRARIO VAYA A DIOS PARA QUE ENCUENTRE PAZ EN SU PROPIA, ESA PAZ QUE SU HIJO VINO A TRAER A ESTE MUNDO, ESA PAZ QUE JESUCRISTO VINO A DARNOS, ESA PAZ QUE DIOS ENVIÓ A ESTE MUNDO PARA QUE PODAMOS ESTAR COMPLETAMENTE SEGUROS, QUE DIOS HARÁ, QUE DIOS NOS ENTREGARÁ EN NUESTRAS MANOS TODA PETICIÓN QUE LE HAGAMOS.

LOS DEJO CON EL COMPARTIR DE BISHOP K.C. PILLAI:

- Salmo 77:1,2

Con mi voz clamé a Dios. A Dios clamé, y Él me escuchará.

Al Señor busqué en el día de mi angustia; alzaba a Él mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo.

La gente en el oriente levantaba sus manos mientras oraba en señal de rendición a Dios. Cuando oramos, nos es necesario tomar nuestro tiempo hasta que tengamos la plena seguridad interior de que Dios ha oído nuestra oración, hasta que tengamos confort interior.

“Mi alma rehusaba consuelo”, quiere decir que él no iba a dejar de orar hasta que estuviera seguro de que tenía confort en su interior. Hay gran solaz al conducir y dirigir la mente a Dios.

Asaf dijo: “Al Señor busqué (corrí) en el día de mi angustia, alzaba a Él mis manos”. Cuando un oriental pone sus manos al cielo mientras ora, está significando la entrega o rendición total y completa como un siervo. Esta costumbre se ha trasladado al momento en que los funcionarios toman juramento y “levantan la mano” ante los comandos en la guerra, significando entrega total al servicio.

“Alzaba a Él mis manos de noche, sin descanso”, quiere decir: “... levanté mis manos en la noche, mientras estaban en mi cama”. El poner las manos arriba es como cuando se captura a un soldado. Significa rendición completa. “Mi alma rehusaba el consuelo”, quiere decir que se negaba a estar satisfecho hasta que Dios hubiera consolando su alma, hasta que Dios hubiera aceptado su rendición. Es por eso que debemos tomar nuestro tiempo cuando oramos. Si estamos creyendo cuando oramos, tendremos consuelo y alivio antes de recibir la respuesta. Sabemos que hemos creído, porque tenemos la certeza espiritual en nuestros corazones.

- Lamentaciones 2:19 Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor (ora fervientemente); alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.

Cuando llegue la necesidad, la pobreza o el hambre, alza tus manos delante de Dios.

“Implorando la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles” significa clamar durante toda necesidad. Levanta tus manos delante de Dios y rehúsate a ser consolado, hasta que Dios escuche tus oraciones “y los niños sean liberados de la hambruna”.

“En el día de mi angustia, busqué al Señor: yo alcé mis manos delante de Él toda la noche, no dejando de pensar en Él: porque mi alma rehusaba el consuelo” (Traducción del versículo 2). Muchas personas del Oriente oran en su cama. Se acuesta boca arriba y utilizan dos, tres o cuatro almohadas para mantener su cabeza en alto, y estiran o extienden los brazos y las piernas manteniéndolos relajados como si no les pertenecieran. Así, pueden elevar sus mentes con facilidad y luego orar. Después de que su mente está clara, entonces levantan sus manos entregando su petición a Dios. Antes de levantar las manos, el hombre o mujer oriental deberían estar bien con Dios. Cuando colocan sus manos hacia abajo, ya van a dormir. “…Alzaba a él mis manos de noche…” significa, “mantuve mis manos levantadas hacia Dios”. Ellos oran hasta que tienen la evidencia de que Dios ha escuchado su oración. “Sin descanso”, significa “sin cesar nunca, totalmente entregado”. “Alzaba a Él mis manos de noche, sin descanso”, significa que el salmista estaba poniendo las dos manos en oración, y al hacer esto, no se estaba guardando nada dentro de sí, sino que se entregaba por completo a Dios, estaba totalmente dedicado a Dios. Persistía en estar totalmente entregado a Dios. Al orar, puedes estar totalmente dedicado a Dios, a pesar de cualquier cosa o cualquier dificultad.

La primera cosa que hace un hindú, es orar por la mañana, y la última cosa que hace por la noche, es orar. Levanta las manos para orar y no se detiene hasta que encuentra la paz con Dios y está seguro de que Dios escuchó su oración. De acuerdo al Salmo 77:2, las manos no fueron bajadas hasta que Asaf encontró la paz. “Alzaba a Él mis manos de noche, sin descanso”.

- Nehemías 8:6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.

La palabra “amén" existía mucho antes de que llegara a existir el cristianismo. Es una palabra de confirmación y significa “que así sea”. Levantar las manos (y la costumbre de hacerlo con un pañuelo son ideas occidentales) significa rendirse, persistir. La idea es: “Señor, aquí estoy con ambas manos levantadas para aceptar mi rendición, para persistir, para orar con intensidad y reconocer mi absoluta impotencia”.

“Alzaba a Él mis manos de noche, sin descanso”. La práctica de los orientales es mantener las manos en alto hasta que el Señor escucha su oración. “Mi alma rehusaba consuelo” quiere decir: “no estaba consolado”, pero él anhelaba ser consolado. Los orientales oran hasta quedarse dormidos.

- 1 Timoteo 2:8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

Ríndete ante Dios sin ninguna duda. Rehúsate a ser movido.

A menos que Dios haya respondido nuestra oración, debemos permanecer entregados, abandonándonos a Él.

Las oraciones hechas en forma privada te conectan con Dios inmediatamente. ¡Comienza el día liberado de esta manera! Levanta tus manos a Dios en una total y absoluta entrega a Él. Continúa elevando tu oración a Dios hasta ser consolado.

BISHOP K.C. PILLAI

QUE TENGAN UN HERMOSO Y GRAN DIA, QUE DIOS LOS SUPER BENDIGA EN TODO Y NUNCA DEJEN DE H.E.L.

OTRA LECCION PARA LA VIDA DE ALIENTO Y LA VIDA ESPIRITUAL

Comments


bottom of page