Sabiduría para gobernar el alma Antes que nada, quiero agradecer a Dios primeramente por la oportunidad que me dio de poder realizar este estudio de su Palabra y poder darlo a conocer. Y en segundo lugar quiero agradecer a Carlos por ayudarme y guiarme en el proceso del mismo. Ahora bien, este estudio surge a raíz de escuchar el seminario del mes de Junio del corriente año, en el DPM 828 – “El valor de un hijo de Dios frente a la adversidad” en el que en una parte del mismo, se menciona la palabra “sabiduría” y la definición de la misma: “saber gobernar el alma”. Esto me llamó poderosamente la atención y me dio mucha curiosidad acerca del tema, acerca de saber qué significa realmente la sabiduría, la sabiduría de Dios, que proviene desde lo alto. Entonces, a partir de esta inquietud es que realizo este estudio en el que intento profundizar el tema y comprender mejor lo que es y significa “sabiduría”. Santiago 1: 5-7 Reina-Valera 1960 (RVR 1960) 5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. En estos versículos, sin mucho esfuerzo entendemos que la fe (Pal. griega “pistis”), la creencia, es lo que lo lleva a uno a tener sabiduría, a ser sabio. La falta de creencia nos lleva a lo contrario, porque como dice el versículo 6, si uno duda cuando pide a Dios, es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. Aquí se compara figurativamente al hombre con la onda del mar. Según el Diccionario Bíblico Mundo Hispano, el mar en la Biblia, llega a ser un símbolo de: inquietud, ansiedad, inestabilidad y pecado. Es decir, cuando uno duda, está inquieto, ansioso, inestable, porque no sabe cómo reaccionar ante los problemas en la vida, y es llevado por el viento como la onda del mar. El viento en nuestras vidas es el accionar del mal, y cuando uno no está con Dios, está en el medio del mar, siendo llevado por el viento. Para comprender mejor esto, veamos lo que dice el interlineal griego – español en estos versículos: 5 Mas si alguno de vosotros está falto de sabiduría, pida (la) al que (la) da, Dios, a todos generosamente y no reprochando, y le será dada. 6 Mas pida con fe, nada dudando; porque el que duda es como ola de(l) mar, llevada del viento y zarandeada. 7 Porque no suponga el hombre ese que recibirá algo de parte del Señor, Notemos que dice “zarandeada”, es decir que no es que somos llevados placentera y lentamente de un lugar a otro, NO! El que duda es zarandeado, recibe un fuerte sacudón, es agitado por el viento. Por lo tanto, cuando uno le pide algo a Dios, (en este caso puntual, sabiduría) debe hacerlo con fe, con creencia, sin dudar. Porque si uno duda, está dudando de Dios y de sus recursos, y los recursos de Dios son ilimitados. Esto puede apreciarse mejor en las siguientes versiones del mismo pasaje: Santiago 1: 5-7 Traducción en lenguaje actual (TLA) 5 Si alguno de ustedes no tiene sabiduría, pídasela a Dios. Él se la da a todos en abundancia, sin echarles nada en cara. 6 Eso sí, debe pedirla con la seguridad de que Dios se la dará. Porque los que dudan son como las olas del mar, que el viento lleva de un lado a otro. 7-8 La gente que no es confiable ni capaz de tomar buenas decisiones no recibirá nada del Señor. Santiago 1: 5-7 Dios Habla Hoy (DHH) 5 Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno. 6 Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro. 7 Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor, Santiago 1: 5-7 Nueva Traducción Viviente (NTV) 5 Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla. 6 Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro. 7 Esas personas no deberían esperar nada del Señor; Santiago 1: 5-7 Palabra de Dios para Todos (PDT) 5 Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará. Dios es generoso y nos da todo con agrado. 6 Pero debe pedirle a Dios con fe, sin dudar nada. El que duda es como una ola del mar que el viento se lleva de un lado a otro. 7 No sabe lo que quiere, por lo tanto no debe esperar nada del Señor, Entonces, si uno no está seguro, si uno duda de sí, no va a recibir de Dios (Santiago 1: 7), uno es como las olas del mar, que el viento lleva de un lado a otro. Y, por otro lado también dice que Dios no nos echa en cara nada, ni que nos equivoquemos, ni la poca dedicación que tengamos, ni las metidas de pata que podamos hacer, ni la vagancia, no nos reprocha nada. Pero, el tema es que si uno necesita recibir algo de Dios, pida con fe, no dude en nada. Si uno dice que Dios es amor, debe creer realmente que Dios es amor, y no poner en duda si es o no verdad. Los recursos del hombre son limitados, en cambio los de Dios no lo son. Sus recursos son para todos los ámbitos en nuestra vida. Lo que nos separa de recibir los recursos de Dios, es nuestra falta de creencia. Si no reconocemos que Dios es quien tiene los recursos, nunca vamos a recibir nada. Porque nos creemos que nosotros solos podemos, que somos autosuficientes. El hombre cree que puede, pero cuando ya ve que el viento sopla fuerte, ya le da miedo de avanzar. De tanto remar, uno se comienza a cansar. Muy bien, ahora estudiaremos las siguientes palabras griegas para intentar profundizar más en el tema. La primera palabra que estudiaremos será sabiduría, que es la palabra griega “sofía”, número de Strong 4678, y significa: sabiduría, sabiamente. Según el diccionario expositivo de palabras del antiguo y del nuevo testamento exhaustivo de W.E. Vine., sabiduría se clasifica de la siguiente manera: Con referencia a: a) Dios. b) Cristo. c) la sabiduría personificada. d) sabiduría humana. 1) en asuntos espirituales. 2) en la esfera natural. 3) en su forma más baja. Santiago 1:5 se encuentra en asuntos espirituales. La Palabra griega sofós – sabio, número de Strong 4680, proviene de sofía y significa: sabio. Un uso de esta palabra es en: Santiago 3:13 Reina-Valera 1960 (RVR 1960) 13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. En la versión “Palabra de Dios para Todos” del mismo pasaje dice: Santiago 3:13 Palabra de Dios para Todos (PDT) 13 ¿Hay entre ustedes alguien verdaderamente sabio y entendido? Que demuestre su sabiduría con su buena conducta y con buenas obras hechas con humildad. El verdadero sabio no es orgulloso. La sabiduría no es para egoístas. Por ejemplo cuando Salomón pidió sabiduría a Dios, no lo hizo para tener más riqueza, ni para tener más poder, sino que Salomón le pidió sabiduría a Dios para saber gobernar. 2 Crónicas 1: 7-12 Reina-Valera 1960 (RVR 1960) 7 Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé. 8 Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo. 9 Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra. 10 Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande? 11 Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey, 12 sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti. La sabiduría es para saber gobernar, no para que lo gobiernen. Si uno se deja gobernar, es como las ondas del mar, es llevado para todas partes. La sabiduría es saber qué hacer con lo que Dios nos ha dejado. La mejor forma de gobernar nuestra vida es saber utilizar los recursos que Dios nos dejó para nuestra vida. Dios ha dejado en su Palabra herramientas para que uno pueda manejarse en la propia vida. Cuando recibimos el espíritu santo de Dios tenemos nueve herramientas, con las que podemos manejarnos en la vida. Entre esas herramientas esta el H.E.L., que edifica a uno mismo, y cuando profetiza, edifica a la iglesia. Cuando uno está edificado, puede edificar a los demás. Para uno poder dar a los demás, uno tiene que tener algo para dar. Si no tengo nada para dar ¿Qué puedo llegar a dar? Dios nos ha dado espíritu santo para nuestras vidas, pero lo tenemos de adorno muchas veces, uno no H.E.L. ni siquiera a la mañana para comenzar el día. Así de ahorrativo es el creyente muchas veces. Ahora, continuamos con la Palabra pedir, que es la palabra griega “aitéo”, número de Strong 154, significa: pedir, demandar. Según el diccionario de W.E. Vine, “Aiteo” sugiere con la mayor frecuencia la actitud de un suplicante, la petición de uno inferior en posición a aquel a quien se le hace la petición. En el caso de Santiago 1:5, 6 la petición se le hace a Dios. Pedir es saber ubicarse, ponerse en el lugar que a uno le corresponde, reconocer que no me la sé a todas. La siguiente palabra en estudio es dudar, que es la palabra griega diakríno, número de Strong 1252, que significa: separar completamente, retirarse, oponerse, discriminar, decidir, vacilar, titubear, contender, diferencia, discernir, disputar, distinción, distinguir, dudar, examinar, hacer (diferencia), juzgar. Si uno duda, pone en disputa lo que dice Dios y lo que uno dice, lo que uno piensa. ¿Quién gana? El que yo alimente, al que yo más importancia o peso le dé. Si le doy lugar a mi propio YO PUEDO; a lo que dice la Palabra de Dios, lo dejo de lado. La palabra falta, es la palabra griega leípo, número de Strong 3007, que significa: dejar, salir, fallar o estar ausente, necesidad, falta, faltar. Según el diccionario de W.E. Vine, “falta” significa dejar, abandonar. Es decir, cuando a uno le falta sabiduría, tiene necesidad de la misma, podemos en nuestras vidas abandonar, dejar de lado a esa sabiduría que viene de Dios, en el ejemplo de Salomón, él tenía necesidad de sabiduría y eso es lo que pidió, eso es lo que demando a Dios. Proverbios 1: 7 Reina-Valera 1960 (RVR 1960) 7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH) 7 Respetar al Señor es el principio del saber, pero los necios desprecian la sabiduría y la educación. El respeto es el principio de la sabiduría, es lo primero que uno tiene que hacer. Cuando uno abre la Biblia y lee, puede estar agradecido, bendecido, pero eso no es respeto. No es que uno va a ojear la biblia diciendo “qué hermoso!” y va a su casa a hablar mal de todo el mundo; no es honorable. Cuando uno estudia la Palabra de Dios, debe tener respeto por quién es el autor, y ni yo, ni nadie es el autor de la Biblia, sino que es Dios su autor. Uno puede tener un toque de creencia, pero el respeto se da en la práctica, en la vivencia. La Palabra de Dios tiene que funcionar en nuestras vidas, sino sigue siendo un libro más, un libro cerrado, debemos creer La Palabra de Dios, eso hace la diferencia en nuestras vidas. Uno muchas veces cree que el primer blanco del adversario es nuestra economía, nuestra familia, etc., mientras que el verdadero blanco es nuestra relación con Dios, por eso el adversario busca mantenernos lo más necios posible. Cuando uno se da cuenta verdaderamente de esto, el adversario no nos roba tan fácilmente esto. Uno tiene sabiduría para que los momentos de la vida no nos sobrepasen, no nos lleven por doquier. Debemos cuidar el corazón. Uno pide sabiduría a Dios, pero también tiene que cuidarla porque se puede perder, el adversario nos la puede robar (Juan 10:10). Proverbios 4: 23 Reina-Valera 1960 (RVR 1960) 23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. La sabiduría es saber qué hacer, y si uno pierde esa sabiduría, la descuida, no la guarda apropiadamente, no va a saber qué hacer. Si uno quiere saber cómo gobernar la propia alma, la propia vida, tiene que aprender a gobernar sus pensamientos. La sabiduría hace que uno mismo maneje la propia vida y no que algo más o alguien más la maneje. Dios quiere que uno sepa cómo manejarse en la vida. En resumen, si uno quiere saber qué hacer en los asuntos de Dios o en la propia vida, con sus cosas, con sus problemas, etc. pida sabiduría a Dios para que pueda manejarse en la vida, pero pida con fe, sin dudar nada, creyendo de que la recibirá. Porque cuando uno duda, duda tanto de Dios como de los recursos que Él posee, y lo está limitando a Dios en su vida. Ahora, cuando uno recibe sabiduría de Dios, tenemos que cuidarla, guardarla, porque podemos perderla. Uno debe siempre guardar el corazón, guardar sus pensamientos porque si uno quiere poder gobernar la propia vida, la propia alma, tiene que cuidar sus pensamientos, cuidar su corazón y no dejársela robar por el adversario. No dejar que nada ni nadie gobierne nuestra propia vida, con Dios y su palabra podremos manejarnos mucho mejor siempre. D.M.O.
OTRA LECCION PARA LA VIDA DE ALIENTO Y LA VIDA ESPIRITUAL