“EL GRAN SECRETO SAGRADO PARTE 4”- DR. ETHELBERT WILLIAM BULLINGER
EL GRAN SECRETO SAGRADO
PARTE 4: EL CUERPO “DEL CRISTO COMPLETO” [Cabeza y miembros] Diciembre de 1895.
Esto nos lleva a considerar el gran secreto sagrado: El Cuerpo del Cristo, Cristo y la Asamblea. Cristo Jesús, es la gloriosa Cabeza del Cuerpo en el cielo, y Su gente los miembros suyos sobre la tierra. En dos ocasiones es denominado el grande, el gran secreto sagrado; en Efesios 5:32 y en 1ª Timoteo 3:16. Ni una sola palabra acerca de este secreto se había oído anteriormente hasta que fue revelado especialmente a, y a través del apóstol Pablo. Ya hemos considerado la tres grandes Escrituras en donde se haya contenida esta especial revelación.
(1) LA CONSTITUCIÓN DEL CUERPO.
Pero tenemos otras dos escrituras, que van más allá en cuanto al desarrollo de la especial figura bajo la cual se representa el secreto sagrado, esto es, un Cuerpo. Estas escrituras son 1ª Corintios 12 y Romanos 12. En la primera se expone más completamente, de la siguiente manera:
1ª Co. 12:1-11. 12:12-17. 12:18-27. 12:28-31
A| 12:1-11 LA ASAMBLEA y las nueve evidencias espirituales (manifestaciones) otorgadas.
Emoticón sunglasses 12:12-17 EL CUERPO. Su unidad.
Emoticón sunglasses 12:18-27 EL CUERPO. Sus miembros.
A| 12:28-31 LA ASAMBLEA y nueve asuntos espirituales ejemplificados.
Aquí, en A y A tenemos la Asamblea –mientras que en B y B tenemos al Cuerpo – para ilustrar la bendita unidad que existe entre Cristo Jesús y Su gente. Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también el Cristo. Esto sin duda alguna no puede referirse a la persona de Cristo Jesús; solamente puede referirse al Cuerpo entero del Cristo. ¿Y cómo llegan los pecadores a ser salvos y miembros de éste maravilloso Cuerpo? No de acuerdo a los dogmas de un evangelio Semi-Pelagiano y Armenio, sino de acuerdo a la Libre Gracia de nuestro Padre: porque en un mismo espíritu todos fuimos (es decir, tanto el escritor como los “santos” a quienes se dirigía escribiendo, y todos los de quienes se pueda decir que son miembros)bautizados en un solo Cuerpo…y a todos se les dio a beber de un mismo espíritu. Este es el origen o fuente de donde proviene la unidad y la unificación del Cuerpo.
Los miembros del Cuerpo del Cristo son aquellos que han creído el testimonio de Dios (así como lo creyó Abraham también), en cuanto a su condición de perdidos pecadores, en cuanto a la gran salvación que es en Cristo el Salvador; y que se reconocen a sí mismos como habiendo muerto cuando Él murió, y que fueron resucitados cuando Él resucitó; identificados de esa forma con Cristo en Su muerte, resurrección, en su nueva vida, y su poder. Esta es la verdad que conlleva dentro el significado de “el Cuerpo de Cristo”. No puede suceder que, una parte del Cuerpo, esté muerta, y la otra siga viva: que un miembro pueda ser amputado, y al mismo tiempo el Cuerpo estar completo. De ahí que la expresión “en Cristo”, signifique estar práctica y activamente en el Cuerpo de Cristo. No hay otra manera de estar “en Cristo”. No podemos estar en la persona de Cristo Jesús, podemos, eso sí, estar en Cristo, solo por ser miembros de Su Cuerpo. Por tanto, si estuvimos “en Él”, cuando Él, la Cabeza, murió; entonces nosotros, los miembros, también debimos, en su mismo tiempo señalado por el propósito y juicio de nuestro Padre, que haber muerto en Él. Además, cuando El, la Cabeza, resucitó, entonces nosotros, los miembros, resucitamos también ya entonces en Él. Y si Él, la Cabeza, se halla en el Cielo ahora; entonces nosotros, los miembros, ahora estamos también sentados en los lugares celestiales en Él.
No debemos cansarnos de procurar esta maravillosa verdad, sino que debemos ciertamente ser cautivados y embelesados por el tema, y preguntarnos ahora: ¿Son todos aquellos que “profesan y se llaman a sí mismos cristianos” verdaderamente miembros del Cuerpo de Cristo?, ¿Tienen todos los miembros del Cuerpo la fe de reconocerse a sí mismos muertos y levantados de nuevo con Cristo? ¿Saben todos en el Cuerpo que habiendo muerto con Cristo, ya no precisan morir más? ¿Se regocijan en el hecho de que la muerte y el juicio ya están pasados y sobrepasados para los miembros del Cuerpo de Cristo? ¿Son conscientes de que el único fin del Cuerpo del Cristo es que, este cuerpo, sea recibido en gloria, para estar siempre con el Señor? ¿Es ésta la fe de “la gran mayoría” de los confesores?
No nos corresponde juzgar a las personas, pero esto sabemos y damos como hecho, que la reunión donde seremos reunidos con Cristo en las nubes (el denominado “Rapto”) ¡es una verdad, que solamente concierne al Cuerpo del Cristo!
El tiempo se va acercando y está para breve, cuando el Cuerpo se halle ya del todo completo, y los miembros sean reunidos en uno. Pero ahora se hallan debajo de tribulación. ¡Oh, cuánto dolor y amargura y murmuraciones y descontento se manifiestan, en cuanto a la posición que cada miembro ocupa o debe ocupar en el Cuerpo! Se olvidan de lo que la Escritura nos dice a todos, que Sus miembros no han sido colocados aquí como les place a ellos, sino que está escrito que, más ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como Él quiso (vers.18). Ahora bien, los miembros se juzgan unos a los otros, y algunos piensan que son más viles, que otros. ¡Oh qué estúpida idea! Para nada importa lo que pensemos o piense nadie, sino lo que somos a los ojos de Dios y bajo Su estima. Y entonces, juzgando, ¡Qué hermosa lección nos perdemos debido a nuestro egoísmo! - En el versículo 26 leemos si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él, y restringimos o limitamos esta joya a la “simpatía mutua” de los miembros, excluyendo a la Cabeza. Pero sin embargo la verdad de Dios es que, El sufrió, y nosotros sufrimos con Él. Él se llenó de honra, y nosotros nos llenamos de honra en Él. Palabra fiel es esta: porque si morimos con Él, con Él también viviremos. Si sufrimos con Él, para que también junto con Él seamos glorificados y reinemos con Él (2ª Timoteo 2:11, 12).
Y lo que es más: Tenemos aquella preciosa verdad en 1ª Corintios 12:21. La Cabeza no puede decir al pie:no te necesito. ¡Qué maravilloso es que la gran y gloriosa Cabeza en el cielo, no le pueda decir al débil, endeble, humillado, miembro sobre la tierra: “no te necesito”! ¡Es demasiado maravilloso como para poder comprenderlo! Sin embargo es así, y solo podemos bajar la cabeza después de saberlo…y adorar.
(2) EL CRECIMIENTO DEL CUERPO
En Efesios 1:22, 23 leemos, que todo proviene y se genera de la Cabeza en el cielo. Él ha sido exaltado por el Padre que le dio el privilegio de ser la Cabeza sobre todas las cosas a la Asamblea que es Su Cuerpo, es decir la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo, es decir, la Cabeza es todo en todos. Esto es exactamente lo que está expreso en 1ª Corintios 12:6: y hay diversidad de operaciones, pero el Señor Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. La Cabeza del cuerpo natural es, fisiológicamente, la fuente de todo sentimiento e influencia para la totalidad del cuerpo natural. El cerebro no está confinado a la cabeza. Los nervios (aunque ligeramente diferentes en estructura, su principal diferencia consiste en que las fibras nerviosas están aisladas o separadas por un revestimiento en los miembros, pero no el cerebro). Los nervios son la continuación o prolongación del cerebro, y guardan una misteriosa conexión entre la cabeza y todos los miembros del cuerpo. Y cuando un miembro sufre o tiene dolor, surge de repente un mensaje al cerebro, y se da inmediatamente toda la empatía en el cuerpo. Probablemente sea esta la conexión referida en aquellos versículos fisiológicos de la Escritura, los cuales, cualquiera que sea su significado, nosotros creemos que deben emplearse en pro o a favor de la ciencia humana. Esto es precisamente lo que causa que cualquier interpretación sea tan ininteligible, y hace que su correcta traducción (de Corintios 12:6) sea tan difícil. Pero nosotros intentaremos aclararlo todo, dando su propia versión. La primera está:
En EFESIOS 4:16.
El sujeto o tema principal aquí es la edificación del Cuerpo de Cristo (vers.12), hasta llegar a un varón perfecto (vers.13), para que los miembros sigan la verdad en amor,--creciendo en todo en Aquel que es la Cabeza, esto es, Cristo, de Quien todo el cuerpo— bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas y tuétanos que se ayudan mutuamente.
La palabra griega afh haphe haf-ay, un toque o roce, en latín junctura, solamente aparece aquí y en otro pasaje (Colosenses 2:19). ¡No es “articulación” sino un nexo o conexión o juntura, por el cual pasa el alimento de sensación de un órgano a otro! Y no se trata tanto del contacto de las partes de los órganos entre sí, no es tanto el contacto físico de los miembros, sino la relación mutua que los entrelaza desde la Cabeza. Galeno (siglo II A.C.) dice que el cuerpo debe su complejidad en parte a su articulación (gr. arthron), y en parte a su unión o juntura (gr. sumphusis, symphosis). Aristóteles (356 D.C.) habla de dos tipos dejuntura: contacto y (symphusis) cohesión. Así que es el contacto o juntura entre las diversas partes o miembros, lo que transporta el suministro necesario, haciendo referencia especial a la adaptación y mutua simpatía e influencia que reciben toda y cada una de las partes o miembros en contacto a la Cabeza. Aristóteles a esto lo denomina, patheetica (lleno de sentimiento, o sensibilidad), y nosotros hemos intentado expresarlo por la palabra “sensación espiritual, revelación” El otro pasaje está en:
COLOSENSES 2:19
La Cabeza, en virtud de Quien todo el Cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos crece con el crecimiento que da Dios, es decir, el crecimiento viene por el Padre. A través de “Los ligamentos”. Galeno emplea la palabra ligamento generalmente para denotar cualquier músculo de conexión, o los tendones y de los ligamentos propiamente dichos. No es meramente la unidad, lo que aquí se enseña, sino el crecimiento del Cuerpo todo. Este es el resultado final del proceso inmediato. El origen o fuente de todo es Dios, que ha puesto a Cristo por Cabeza sobre todas las cosas a Su maravilloso Cuerpo. Cristo, la Cabeza, es la fuente y origen de todo, pero los miembros del Cuerpo están hechos y se emplean como distribuidores de comunicación espiritual y poder espiritual en la mutual relación a Él primero que nada, y de Él para unos con otros, como Él quiso. Los descubrimientos de la moderna fisiología tanto dan como reciben la luz proveniente de estas palabras Divinas. Pero las palabras de Dios aquí se conectan directamente con la verdad espiritual. Se dirige del todo a enseñar la verdad que importa y a extraer las conclusiones prácticas que da en el siguiente capítulo (Colosenses 3):
Si, pues, habéis muerto con Cristo
¿Para qué vamos a sujetarnos a ordenanzas de hombres? ¿Por qué, iríamos ahora a permitirle a hombre alguno que nos esclavice con votos y compromisos y cargas, diciéndonos, no manejes, ni gustes, ni aun toques? Todas estas cosas perecen, así como también perecen todos los mandamientos y doctrinas de hombres.
Y si esto es así, ya habéis muerto juntamente con Cristo, ¿qué es lo que sigue? Que así como la Cabeza del Cuerpo está en el cielo, los miembros del Cuerpo están allí también en Cristo. Cuando lo creemos, nuestros deseos, y pensamientos, e ideas, serán celestiales y no terrenales. Porque (vuelvo a repetir)habéis muerto, y ahora estáis, en cuanto a vuestra posición delante del Padre, viviendo en otra esfera, y en otro plano diferente donde todo es espiritual. Las reglas y ordenanzas no cuentan para nada ya, en el crecimiento de este Cuerpo. Porque TODO es espiritual, celestial y eterno.
LA FINALIDAD DEL CUERPO
Ahora bien, una vez que éste es el crecimiento del Cuerpo ¿cuál es su finalidad? ¿Cómo va a ser y aparecerá el varón perfecto? ¿Cuándo va a completarse, y qué es lo que sucederá con Él? Bien sabemos que, el fin natural del cuerpo natural, es la disolución en el polvo: ¿Será ese el fin de éste Cuerpo? ¿Cuál es su fin revelado?
¡Todo es una cuestión de Revelación!
El Gran secreto sagrado del Cuerpo ha sido hace mucho tiempo atrás revelado, en cuanto a su lugar en los propósitos del Padre, en cuanto a su constitución, y en cuanto a su crecimiento. Y ahora, en cuanto a su fin, se necesita otra especial revelación; y ya se ha dado también. Su fin surge naturalmente de su relación con Cristo, como se muestra en Colosenses 3. Dado que los miembros murieron juntamente en Cristo, y se levantaron en Cristo, nuestra vida está en Cristo. Así ahora, aunque podamos quedarnos dormidos, nuestravida está escondida con Cristo en Dios. Por tanto, el siguiente paso será, cuando Cristo, que es nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros seréis también manifestados con él en gloria (Colosenses 3:1-4). Sería imposible que fuese de otra manera, una vez que la Cabeza y los miembros no pueden separarse. Por eso precisamente, el Gran secreto sagrado en cuanto a su fin se revela en 1ª Corintios 15:51: He aquí, os muestro un Sagrado Secreto. Es decir:
¡HE AQUÍ, OS DIGO UN SECRETO SAGRADO! ¿Qué es esto de que no todos moriremos. ¿Qué quiere decir? Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio (Hebreos 9:27). Entonces, según este secreto ahora ¿No debemos morir? ¡No! Bendito sea Dios. ¡No necesariamente! Los miembros del Cuerpo ya fueron juzgados con la Cabeza, y fueron crucificados con Cristo. Y por tanto no hay motivo alguno por el cual debieran tener que morir, ni razón alguna por la que pasar a juicio (Romanos 8:1). Pueden quedarse dormidos, pero no todos. Pero tanto da que estén vivos como dormidos, todos seremos transformados: en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta: porque tocará la trompeta, y los muertos serán levantados, y nosotros seremos transformados (1ª Corintios 15:51-57). Tampoco queremos, hermanos míos, que ignoréis (que seáis ignorantes de) los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron; porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. (1ª Tes. 4:13-18).
¡Oh, qué bendita verdad para ser aprendida! Bien dijo el Apóstol: He aquí os digo un sagrado secreto. No quiero que lo ignoréis. Este, entonces, es el fin del Cuerpo del Cristo sobre la tierra. El hombre plenamente formado; el Cuerpo es completo, y cuando llegue a estar completo, ¡será recibido arriba en gloria!
Ya hemos considerado los tres grandes pasajes, en los cuales se revela. Pero hay también un cuarto, que resume todos los asuntos de doctrina contenidos en su revelación, con especial referencia al fin del Cuerpo del Cristo.
1ª TIMOTEO 3:16 ¡GRANDE ES EL SECRETO SAGRADO! Porque el Señor “mismo” con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero.
La R.V. pone “aquel que”, (en vez de “mismo”) en el texto, y dice correctamente en el margen: La palabra “Dios”, en lugar de “Aquel que”, no se basa en suficientes evidencias antiguas. Eso creemos nosotros. Nosotros creemos que la palabra griega original era Ho, la cual, siendo neutra, concuerda con la palabra musterion, que también es neutra. Después entonces, algún escribano, no comprendiendo el sentido le añadió una “S”, volviéndola en Hos, la cual es masculina, aquel, o aquel que, aunque el sentido se hace así más oscuro. Finalmente, algún otro escribano posterior le puso una pequeña marca en la “O”, haciéndola así “Th”, y haciendo las dos palabras “ThS” una abreviación de la palabra Theos, Dios. Pero un microscopio nos ha revelado el hecho que, la pequeña marca en la “O”, en los manuscritos Alejandrinos, se hizo con una tinta diferente, y fue evidentemente añadida por una mano posterior. Esta, creemos nosotros, que es la evolución de la traducción, y que originalmente era simplemente la tal “O”.
Este pasaje se toma generalmente de la persona de Cristo). Pero si leemos, como nosotros sometemos que debe ser leído, del Cristo místico (el Cuerpo), entonces tenemos, en las seis frases, toda la verdad concerniente al Cuerpo revelado. El lugar que ocupa la Revelación del Sagrado Secreto en 1ª Timoteo 3:16 será el que mejor nos aclare el entendimiento, debido a la importante posición que ocupa en contraste con el Sagrado Secreto de la Iniquidad. Cuando se observa la posición que se le da en la estructura de la Epístola que damos abajo, en los dos números centrales, E y E, los dos Misterios o Secretos, de Dios y Satanás, comprobaremos que están puestos en una solemne y terrible oposición.
LA ESTRUCTURA DE 1ª TIMOTEO
A|. 1:1-2. Bendición. Emoticón sunglasses. 1:3-20. Doctrina. C|. 2-3:13. Disciplina. D|. 3:14-15. Visita planeada e intervalo. E|. 3:16. El Secreto Sagrado de la Piedad. E|. 4:1-2. El Secreto Sagrado de la Iniquidad. D|. Visita planeada e intervalo. C|. Disciplina. Emoticón sunglasses. Doctrina. A|. Bendición
Aquí tenemos lo que es verdad de la persona de Cristo Jesús, sí, por supuesto, pero además tenemos algo más; nosotros incluimos y afirmamos que es verdad, también, aplicado de los miembros, si lo tomamos como refiriéndose al Cuerpo del Cristo (todo): la Cabeza y los miembros.
¿Cómo es eso?
1. MANIFESTADO EN LA CARNE. Verdadero de los miembros, y verdadero también de la Cabeza.
2. JUSTIFICADO EN EL ESPÍRITU. Verdadero de la Cabeza, y de los miembros, tal y como afirma Romanos 5:12 – 8:39.
3. VISIBLE PARA LOS ÁNGELES. Esto se explica por Efesios 3:10, donde se nos dice que a los principados y potestades en los celestiales, Dios les está dando a conocer la multiforme sabiduría Suya por medio de la Asamblea.
4. PROCLAMADO ENTRE LAS NACIONES, no meramente el Cristo personal, sino el Cuerpo del Cristo (todo), es ahora proclamado también, dado a conocer a todas las naciones (Romanos 16:26), dado a conocer entre las Naciones (Col.1:27), predicado entre las Naciones (Efesios 3:8).
5. CREÍDO EN EL MUNDO. Se da del todo a conocer para la obediencia de la fe. (Romanos 16:26).
6. RECIBIDOS ARRIBA EN GLORIA. Si sufrimos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos
glorificados (Romanos 8:17). Porque aquel a quien Él justifica, también lo glorifica. (Romanos 8:30). Este es por tanto el fin que le espera al Cuerpo de Cristo, el mismo que a la persona de Cristo. Los miembros están aguardando para ser tomados arriba en gloria como esperó la Cabeza. Esta es nuestra esperanza, nuestra bendita esperanza. Así que aguardar al Hijo de Dios viniendo en el Cielo hace parte vital de nuestra posición cristiana. Nos introduce en el mismísimo fundamento de nuestra posición actual en Cristo. Nos transporta al mismo fundamento de nuestro estándar actual en Cristo. Así que NO ES un mero estudio de la profecía, que pueda, o no pueda, ser tomado por el estudiante como “un tema más”, sino que es la coyuntura y tuétano de nuestro cristiano estándar en Cristo.
Las tres pares de declaraciones, por tanto, pueden ser contrastadas así: Núm. 1 y 2: Aunque manifestados en la carne, sabemos lo que es ser justificados en el espíritu. Núm. 3 y 4: Es para que se dé a conocer a los seres mensajeros en los lugares celestiales; y además también está siendo proclamado a los hombres abajo en la tierra. Números 5 y 6: Por gracia, creemos nosotros el maravilloso testimonio ahora, mientras estemos en el mundo; y estamos aguardando ser, llamados de lo alto para ser juntamente reunidos en gloria y para siempre.
DR. ETHELBERT WILLIAM BULLINGER
QUE TENGAN UN LINDO DÍA, QUE DIOS LOS SUPER BENDIGA EN TODO Y NUNCA DEJEN DE H.E.L
OTRA LECCION PARA LA VIDA DE ALIENTO Y LA VIDA ESPIRITUAL