top of page

SANTIFÍCALOS EN TU VERDAD; TU PALABRA ES VERDAD

ENERO 2016 - TEMA "LA PALABRA DE DIOS"

EL PRÓXIMO COMPARTIR ES TITULADO "SANTIFÍCALOS EN TU VERDAD; TU PALABRA ES VERDAD"

Es un gran placer desarrollar el siguiente versículo de escritura de Juan 17:17, este versículo se encuentra en el contexto de una hermosa oración de Nuestro Señor Jesucristo, el tema de la oración es un gran tema que más adelante se va a desarrollar, y antes de pasar al versículo en cuestión, quiero que veamos el contexto en que se viene refiriendo y también lo vamos a ver en otra versión bíblica para que podamos asimilar mejor este pasaje:

- Juan 17: 1-26

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;

2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.

3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.

5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.

7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;

8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.

9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,

10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.

11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.

12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.

13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.

14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.

19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,

21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.

26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

Otra versión bíblica dice:

- Juan 17:1-26

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

1 Después de decir todo esto, Jesús levantó los ojos al cielo y exclamó:— Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. 2 Tú le has dado autoridad sobre todas las criaturas; que él dé ahora vida eterna a todos los que tú le has confiado. 3 Y la vida eterna consiste en que te reconozcan a ti como único Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado.

4 Yo he manifestado tu gloria aquí, en este mundo, llevando a cabo la obra que me encomendaste. 5 Ahora, pues, Padre, hónrame en tu presencia con aquella gloria que ya compartía contigo antes que el mundo existiera.6 Te he dado a conocer a quienes me confiaste sacándolos del mundo. Eran tuyos; tú me los confiaste, y han obedecido tu mensaje. 7 Ahora han comprendido que todo lo que me confiaste es tuyo; 8 yo les he entregado la enseñanza que tú me entregaste y la han recibido. Saben, además, con absoluta certeza que yo he venido de ti y han creído que fuiste tú quien me enviaste.

9 Yo te ruego por ellos. No te ruego por los del mundo, sino por los que tú me confiaste, ya que son tuyos. 10 Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos resplandece mi gloria. 11 Desde ahora, ya no estaré en el mundo; pero ellos se quedan en el mundo, mientras que yo voy a ti. Protege con tu poder, Padre santo, a los que me has confiado, para que vivan unidos, como vivimos unidos nosotros.

12 Mientras estaba con ellos en el mundo, yo mismo cuidaba con tu poder a los que me confiaste. Los guardé de tal manera, que ninguno de ellos se ha perdido, fuera del que tenía que perderse en cumplimiento de la Escritura.

13 Ahora voy a ti y digo estas cosas mientras todavía estoy en el mundo para que ellos puedan compartir plenamente mi alegría.

14 Yo les he confiado tu mensaje, pero el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo. 15 No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. 16 Como yo no pertenezco al mundo, tampoco ellos pertenecen al mundo. 17 Haz que se consagren a ti por medio de la verdad; tu mensaje es la verdad.18 Yo los he enviado al mundo, como tú me enviaste a mí. 19 Por ellos yo me consagro para que también ellos sean consagrados por medio de la verdad.

20 Y no te ruego sólo por ellos; te ruego también por todos los que han de creer en mí por medio de su mensaje. 21 Te pido que todos vivan unidos. Como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros. De este modo el mundo creerá que tú me has enviado.

22 Yo les he comunicado la gloria con que tú me has glorificado, de manera que sean uno, como lo somos nosotros. 23 Como tú vives en mí, vivo yo en ellos para que alcancen la unión perfecta y así el mundo reconozca que tú me has enviado y que los amas a ellos como me amas a mí. 24 Es mi deseo, Padre, que todos estos que tú me has confiado estén conmigo y contemplen mi gloria, la que me diste antes de que el mundo existiese.

25 Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo te conozco, y todos estos han llegado a conocer que tú me has enviado. 26 Les he dado a conocer quién eres, y continuaré dándoselo a conocer, para que el amor que tú me tienes se manifieste en ellos y yo mismo viva en ellos.

Leer esta maravillosa oración del GRAN MAESTRO, realmente no hay manera de explicar lo que uno siente por dentro, si a mí ahora me pasan muchas cosas por mi mente y entre esas cosas un enorme agradecimiento por Nuestro Señor Jesucristo, me imagino todo lo que le pasó a él en ese momento.Como siempre se dice “Hay que vivirlo, para poder sentirlo”, y él lo vivió, pero también él nos dejó su ejemplo, nos dejó su lección de vida, nos dejó su propósito para con nosotros.Usted también quiere sentirlo, entonces conózcalo y vívalo. La oración que leímos no fue solamente dirigida para los apóstoles, sino también para nosotros los que creemos en él, para nosotros que buscamos conocerlo, para nosotros los que le abrimos las puertas de nuestras vidas y recibimos el don de Dios por lo que él entregó su vida a causa nuestra.Y también va dirigido para aquellos que van a creer en él. La historia de vida de Nuestro Señor Jesucristo es la más maravillosa de todas, porque su misión en esta vida, estaba más allá de su muerte, su misión estaba más allá de su cruz, su misión estaba en cumplir la promesa de su Padre, su misión estaba en darnos a todos nosotros una vida abundante, vida más allá de lo que entendemos, vida del Padre Celestial, vida eterna y una esperanza que nadie nos puede quitar. Lo que Dios da no quita, Dios mandó a su hijo para que por medio de él tengamos vida, esa vida que por desobediencia perdimos hace mucho tiempo atrás. Necesitábamos un Mesías, un Salvador y él nos dio al mejor. Ahora podemos disfrutar de una preciosa comunión con Dios, con el Padre celestial por medio de aquel que se entregó por ti y por mí, y él es Nuestro Señor Jesucristo. No hay otro, solo él. Y ahora vamos a ver Juan 17:17, parte de esta hermosa oración de un Hijo hacia su Padre, pero este Hijo le pidió a su Padre algo extraordinario y vamos a ver:

- Juan 17:17

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”, en este versículo hay algunos vocablos griegos que son:

Santifícalos es el vocablo griego “JAGIAZO”, significa hacer santo, poner aparte para Dios. Y este “JAGIAZO” podemos apreciarlo en el versículo 16, que dice: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. Un concepto más sencillo sería “sacar de un lado y ponerlo en otro”, aunque estemos en este mundo, la lección bíblica es que “no somos del mundo”, y no lo somos, porque fuimos apartados para Dios. Usted y yo los que creímos, los que confesamos Romanos 10:9-10, los que renacimos, fuimos apartados para Dios, y somos santos. Y dice que somos apartados para Dios “en tu verdad”, esto es “en su verdad”. Esta Palabra “Verdad” viene de otro vocablo griego que es “ALÉDSEIA”, que significa verdad, veraz, verdaderamente.Pero “ALÉDSEIA” viene del vocablo “ALEDSÉS”, que significa verdadero (sin esconder). ¿SIN ESCONDER? así es “ALEDSÉS” significa verdadero (sin esconder). “ALEDSÉS” es un vocablo griego compuesto por:

1). “A” que es una negación.

2). “LANTHANO” que significa escapar al conocimiento, ser escondido de.

Así que “ALEDSÉS” significa todo lo contrario a “LANTHANO”, mediante la negación “A”. “Santifícalos en tu verdad” es poner aparte para Dios, para que el conocimiento de Dios no le sea escondido. La verdad de Dios es todo aquello que él busca mostrarnos para que le conozcamos, Dios no busca escondernos nada, sino todo lo contrario, Dios busca que le conozcamos. El accionar maligno de este mundo busca distraernos, busca escondernos el conocimiento que viene de Dios.Y es por eso que Nuestro Señor Jesucristo lo primero que dice en el versículo 17 es “Santifícalos”, él pudo decir “Muéstrale tu verdad”, dale tu conocimiento para que no le sea escondido.Pero él dijo primero “ponlos aparte”, “Santifícalos” “sepáralos para vos Padre Celestial”.

Si nosotros primero no somos puestos apartes para Dios, difícilmente vamos a poder conocer lo que Dios tiene para nosotros. El problema del cristianismo es que quiere conocer a Dios, sin dejarse de moldear de este mundo maligno y perverso. Si usted quiere dejarse de escapar al conocimiento que Dios tiene para usted, entonces usted tiene que ir a Dios dejando de lado al mundo y su accionar. En el mundo y en su accionar no podrá conocer lo que Dios tiene para usted. Y si le quedó dudas en donde tiene que buscar, vamos a la segunda parte que dice: “tu palabra es verdad” “Palabra” es la palabra griega “LOGOS” y quiere decir “El mensaje”. El Dr. Wierwille decía de “LOGOS” lo siguiente: “Se habla de Dios como del logos porque Él es la Palabra. Cristo es el logos, la Palabra de Dios en persona; mientras que la Biblia es el logos, la Palabra de Dios por escrito”. Este es el LOGOS, Cristo era el “LOGOS” La Palabra de Dios en persona, y La Biblia, el Libro de Vida que podemos tener en nuestras manos es el “LOGOS” La Palabra de Dios por escrito. Y es ahí donde está “EL CONOCIMIENTO DE DIOS”, es ahí donde está “SU PALABRA” y “SU PALABRA ES VERDAD”.

Y ahí “Verdad” es otra vez la palabra griega “ALÉDSEIA”. Así que, Dios no quiere esconderle nada a usted, sino todo lo contrario, Dios a través de Cristo y a través de su Palabra escrita, quiere que usted llegue a su conocimiento, que lo llegue a conocer, porque él quiere mostrarle su verdad y su Palabra es Verdad. Quiero que vayamos al último versículo en:- Salmos 119:160Reina-Valera 1960 (RVR1960)160 La suma de tu palabra es verdad,Y eterno es todo juicio de tu justicia. Otra versión bíblica dice:

- Salmos 119:160

Traducción en lenguaje actual (TLA)

160 Todas tus palabras

se basan en la verdad;

todas ellas son justas

y permanecen para siempre.

Que hermoso es saber que “La suma de tu palabra es verdad”

Podemos encontrar tres palabras hebreas claves y son “ROSH / DÁBAR / EMET”Y dice que “Lo principal, lo esencial de todo lo dicho es seguro, es verdadero, es confiable”, y lo es, porque viene de Dios. La clave está en la fuente, y lo que viene de Dios es seguro, es verdadero, es confiable. Cualquier otra fuente no tiene esas características y más si vienen del accionar de un mundo maligno y perverso.

POR LO TANTO, ESTA PALABRA QUE ES LA VERDAD DE DIOS, ESTA PALABRA QUE CONTIENE EL CONOCIMIENTO DE DIOS, ES LO QUE USTED TIENE QUE BUSCAR, TIENE QUE MOLDEARSE, PORQUE ESTA PALABRA DE DIOS ES SEGURA, ES VERDADERA Y ES CONFIABLE.

C.A.N.R. – 17/01/2016

QUE TENGAN UN HERMOSO Y GRAN DÍA, QUE DIOS LOS BENDIGA EN TODO Y NUNCA DEJEN DE H.E.L.

OTRA LECCION PARA LA VIDA DE ALIENTO Y LA VIDA ESPIRITUAL

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page